domingo, 23 de octubre de 2011

THE ADICTS, LA NARANJA PUNK

Un día opaco y una tarde lluviosa que predecían no escamparía nunca, fueron la antesala de un concierto que tal vez haya sido el mejor show en escena musical de este año en Medellín. The Adicts en Altavoz 2011.


A las once de la noche, el domingo 16 de octubre, en la cancha Cincuentenario, donde se celebró el Festival Internacional Altavoz 2011, The Adicts, puso al público a saltar en ronda recordando en ‘pogo’ de los 90’s. Más de cinco mil aficionados de la música soportaron, de pie, horas bajo la lluvia; algunos sentados sobre plásticos, otros tapándose con ellos y unos tantos bajo alguna carpa, esperaban ansiosos la presentación de la banda inglesa. Camisetas, banderas, caras pintadas, sombreros festivos y crestas, fueron la insignia de muchos que tras horas de espera tuvieron una gran recompensa.

Como sumirse en una de las mejores películas de Kubrick, así fue The Adicts, y no es para menos, pues atuendo, imagen y presentación eran la sátira representada, musicalmente, de la Naranja… en este caso Punk, que hizo estallar al público empapado del estadio Cincuentenario.



Charcos y pantano por doquier, por poco se podría pensar que saldría Celin Dion a cantar My heart will go on, con esa inundación de la cancha, ¡splash, splash!, sonaban los pies sobre el piso al tratar de adentrarse entre la multitud para estar un poco más cerca de la tarima o tal vez de un momento punk, y como si fuera un instante cumbre, las luces se apagan por unos segundos… y en el punto máximo de la oda punkera, estalla la tarima, seguida de la batería que haría saltar de emoción a todos.

Gritos en contra del gobierno, saltos al ritmo de unos acordes que se hicieron legendarios gracias al proletariado inconforme, lluvia y más lluvia, botas, cabellos parados multicolores, chalecos anarquistas, estampados de grupos punk de los 80’s y 90’s… se sumaron a los trajes de luces y lentejuelas de la tarima, como si este grupo fuese el homónimo de una Lady Gaga o una Madonna en escena, divas de un género musical controvertido.

Saltan los balones al público, blancos en su mayoría, otros multicolores, discos, serpentinas, las bazucas a los lados del escenario estallan y los de papeles blancos caen opacando la verdadera lluvia, gritan, saludan a Medellín, vuelven a cantar y en su playlist canciones legendarias surgen y la multitud tararea, luces sicodélicas se pasean por el escenario, imágenes de lucha, de fuerza, de punk llenan las pantallas, la cámara del aire hace un paneo y solo se ven miles de cabezas agitadas gritando “Viva la revolution”… tal vez fue acorde con un momento de coyuntura. The Adicts cierran la tanda de conciertos del domingo, y en el público saliente del estadio se percibe la sensación general que el show puso a Altavoz en un memento cumbre. Aún queda un día más de conciertos, pero por esa noche todos van a descansar.

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