domingo, 27 de octubre de 2013

Stuck in love: la chica ruda

Es mi primer post sobre chick flicks, y hoy por recomendación vi Stuck in love. Metida bajo las cobijas, con unos Kleenex y dulces, me hago a mi ritual dominguero que lejos de ser saludable, termina siendo nocivo. Pero, bueno, luego pues de ver la película de hoy, aquí va mi no aportante post:

Duele. Duele ser la chica ruda. Duele la realidad. Duele poder decirle a alguien 'me importas'. Duele tragarse los sentimientos. Ese dolor se nota en Samantha, la chica ruda de Stuck in love. No es el personaje principal, no es entorno a quién gira la historia. Pero, en una chick flick uno se identifica con uno de los dramas que hay al rededor o a veces en el ojo del huracán de la historia. En la chick flick uno reconoce el drama que le hará llorar, el que lo identifica o el que uno está viviendo.

En Stuck in love, a la chica ruda, difícilmente, la soporten más allá de el sexo que eligió para esa noche. Y la razón es clara, Louis se lo dice a Sam: Escoges hombres de coeficientes intelectuales menores para entregarte, y detrás de eso está el pensamiento implícito "para no tener que esforzarte o sufrir al irte".

A esta chica ruda no le gustan las relaciones porque su one parece no ser de este planeta. Dónde o en quién encontrará la chica ruda a un hombre que no le tema a su sinceridad, a su carácter fuerte, a su locura espontánea, a su sicosis repentina, dónde encontrará ella un hombre que no tema volar sin paracaídas con ella. A la chica ruda la siguen y la persiguen por la imposibilidad de tenerla, pero ella lo facilita, y justo cuando creen que la tiene, huye.

A Sam le gusta Louis, y aunque parezca no tenerle miedo, es su mayor temor... se lo dice cuando oyen a Elliot Smith, bajo la lluvia con la cara empapada de lágrimas, mientras él le dice: No te haré daño. Y es que ella no llora de tristeza, llora de ansiedad, de pánico, por lanzarse al vacío del amor.

Es difícil querer a la chica ruda, pensarán ustedes, pero no, basta con que sea valiente y arriesgado, que sea valiente para decirle como Louis a Sam: Me gustas y quiero conocerte. Qué se arriesgue a no partirle el corazón en pedazos.

A mi, de Stuck in love, me enganchó la historia de Samantha, un cliché total de una mujer difícil que no cree en el amor y que se resiste a su one por miedo a volar. Sí, trillada por completo, porque así son las CF, una cotidianidad bárbara que nos vendió la idea del amor perfecto y correspondido, en la que se sufre y al final "todos somos felices".

O sino, dígamen ustedes, hombres, si alguno ha conocido a la vieja perfecta y es una ruda, ¿cómo ha hecho para ganársela o  si la han dejado ir?. Es que la chica ruda, a pesar de ser la más frágil, siempre tiene problemas para que descubran su lado dulce. Lidiar con ella no debe ser fácil. No es fácil quererla mientras se opone al amor.

Sí, bueno, tal vez me lean y sientan náuseas de las chick flicks, pero, algo es cierto... estas películas nos vuelan los sesos y nos aterrizan a la realidad. Sam es realista, pero Louis sabe volar.

En el fondo, todos queremos ese romance de una CF, pero despreciamos la idea porque en nuestra realidad esa perfección no existe. Y es verdad, basta ver He's not that into you, para saber, como dice la sabia Gigi que en el mundo real no somos la excepción a la regla como en la CF, sino la regla como en la vida real.

Debería hablarles de toda la película y el dramononón qué es, pero, prefiero la vean. Tal vez escriba de nuevo, cada domingo desde debajo de las cobijas, con los Kleenex a un lado y los dulces al otro, después de ver, religiosamente, mis chick flicks. Y claro, también si ustedes, como lectores desprevenidos y curiosos, quieren leerme.

Dejen sus comentarios.

xoxo, Camarón.

Extras:

Elliot Smith - Between the bars


0 comentarios :

Publicar un comentario